Dice José Narosky:

" Vivimos recorriendo un desierto,

   que sólo tiene horizontes"

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ALUMNOS DEL BACHILLERATO DE ADULTOS/ 1984

                                                                   

           En vuestras expresiones orales y escritas, se traducen sentimientos de Amistad, Compañerismo, Responsabilidad, Agradecimiento, pero, sobre todo, el deseo ferviente  de continuar la tarea emprendida, superándose día a día.

Este, no fue un año fácil, fue el primero. Y, como tal, se mezclaron trabajos y estudio, se superpusieron tareas, se acomodaron horarios, se restaron horas al descanso y a la familia, pero valía la pena hacerlo, pues el fruto de tanto sacrificio está a la vista.

Es el sueño realizado.

Es la esperanza recuperada.

Es la ilusión vivida.

Es la amistad floreciente.

Es la etapa conquistada.

Todos los que de una u otra manera estuvimos cerca vuestro, tratamos de hacerles el camino más accesible y nos convertimos en amigos, con el Programa de estudios en la mano derecha, pero con el corazón en la izquierda.

Brindamos la tarea, comprendiéndolos por el esfuerzo.

Me es muy difícil explicarles que siento una gran satisfacción por haber podido compartir horas con Ustedes, un grupo maravilloso, homogéneo, que supo demostrar todo lo que sentía, todo lo que quería saber, todo lo que estaba dispuesto a dar.

Esta experiencia de trabajar con el grupo de Adultos, me brindó la posibilidad de tratarlos, conocerlos y quererlos mucho, quedando el afecto sincero de una hermosa amistad.

¡Gracias por ser como son, tan espontáneos, leales y constantes!

¡Que Dios ilumine vuestro camino por el sendero del Amor, la Bondad, el Estudio y la Dicha!

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