...”Los guaraníes eran de estatura mediana, de unos 1,62 metros; los chiriguanos tenían menos talla aún; las mujeres alcanzaban una altura media de 1,49 metros. De formas macizas, cuerpo regular, hombros anchos, caderas gruesas, musculosos, de manos y pies pequeños; las mujeres son resistentes para el trabajo y la reproducción...”
...” Cuando empezaba la adolescencia, venían las ceremonias de iniciación a la mayoría de edad , después de las cuales los jóvenes podían casarse y tener otras responsabilidades de gente mayor.
El tembetá, era un palito que los hombres adultos llevaban como símbolo de hombría , atravesando la cara bajo el labio inferior. Para esta ceremonia se juntaban unos cuantos candidatos y se armaba una fiesta en la que los hombres tomaban chicha de maíz.
El tembetá simbolizaba un amuleto mágico que defendía al individuo de las malas influencias de seres maléficos en los cuales se creía. Por eso estaba junto a la boca , especie de puerta al interior del cuerpo, por donde podía meterse el mal.
Las ceremonias de las muchachas era individual y duraba unos días.
No era una fiesta sino un tiempo de aislamiento en que se tenían que quedar en casa , hablando sólo con la madre y alguna otra mujer.
Se les cortaba el pelo bien cortito y mientras crecía tenían que comer poco y nunca carne: las mamás les daban largas charlas sobre cómo debían ser como esposas y madres.
Al final venía un baño ritual, acompañado por oraciones, y se tenía entonces una nueva mujer adulta que podía casarse cuando fuera el momento, que normalmente era pronto...”
...”La unidad social guaraní era el linaje, parentela o “familia extensa”, que se llamaba tevy en guaraní y que se suponía descendiente de un mismo antepasado.
Cada una tenía su jefe: era una persona muy respetada, que ofrecía consejos importantísimos pero que en realidad no daba órdenes. Era, sí, quien capitaneaba a los suyos en la guerra y quien hacía de juez si había problemas entre la gente y la familia.
Los tevy o linajes se agrupaban en aldeas o tekoa, que era la unidad social mayor de los guaraníes.
Cada aldea tenía un jefe, llamado tuvichá, hombre de gran prestigio pero que, igual que los jefes de los tevy, fuera de ese prestigio y de que estaban entre los pocos que podían tener varias esposas, no se diferenciaban demasiado de los demás, porque no eran más ricos, aunque en los viejos tiempos los demás hombres les debían servicios como ayuda en la construcción de su casa y en el cultivo de sus chacras.
El tuvichá no podía dar órdenes directamente, sino que tenía que convencer a los suyos; por eso era tan importante que fuera buen orador: un tuvichá que no supiera hablar bien en público era algo impensable.
La influencia del tuvichá crecía por sus alianzas con otros linajes, gracias al parentesco político que hacía con sus muchos casamientos; tener muchos parientes de esta manera era una de las bases del poder de un jefe, que así era apoyado por una gran cantidad de cuñados y suegros. También ganaba prestigio haciendo invitaciones a vecinos de otras aldeas, oportunidad en que debía mostrarse muy generoso, armando regias fiestas y comilonas.
Además, en materia de influencia sobre la gente eran importantísimos los payés, médicos-hechiceros o sacerdotes, sabios en cuestiones de religión y medicina, personas que buscaban la perfección espiritual y que eran muy respetadas por los guaraníes, pueblo muy religioso. En la práctica, muchas veces era un payé directamente el jefe de una aldea. Igual que los jefes, ellos tenían el mismo privilegio de poder casarse con varias mujeres; payés y tuvichás muy importantes podían tener hasta treinta.
Algunos tuvichás, famosos por su inteligencia o sus habilidades guerreras, se convertían en líderes de regiones enteras, aunque tampoco mandaban directamente, tenían , sí, gran poder de convocatoria e influencia sobre los otros jefes.
Cuando un jefe de tevy moría, generalmente ocupaba su cargo un hijo o quien resultara más capaz de su familia y muchas veces pasó que un hombre común llegara a jefe por su mérito en la guerra. No se sabe bien, en cambio, cómo se llegaba antiguamente a ser tuvichá, si era el jefe de un linaje más importante o si era elegido entre todos los jefes tevy..."
..."El linaje, era la unidad social guaraní; nadie vivía solo, apartado de una de estas parentelas, porque fuera de ellas no había lugar en la sociedad.
Estos tevy crecían gracias a los casamientos y a los hijos que venían de ellos.
La gente de un mismo linaje no se podía casar entre sí, porque eran parientes, así que los novios tenían que ser de distinto tevy. Al casarse, la mujer pasaba a formar parte del linaje del marido, por eso la nueva pareja vivía siempre en casa de los padres del hombre. Los hijos también serían del tevy de su padre.
Poco y nada se sabe sobre la ceremonia de casamiento en tiempos antiguos; sí se sabe, en cambio que las chicas se casaban jovencísimas y, que a veces los consuegros arreglaban el compromiso matrimonial de sus hijos cuando éstos eran todavía chicos...
..."Los jefes hacían de jueces si se armaban discusiones entre gente de los linajes; las ofensas solían arreglarse pagando una compensación.
Los payés, adivinaban quién era el culpable de los delitos, tocaban el pecho de los sospechosos y según la marca que dejaban sus dedos decidían quién había siso el sinvergüenza.
Pero los problemas no siempre eran por un zapallo robado o un adorno de plumas desaparecido; sí había pelea con muerte, la cosa era muy seria. Los parientes del homicida podían apurarse a parar la venganza ofreciendo una buena indemnización a los familiares del muerto; sino, éstos-con ayuda de todos sus parientes políticos-atacarían al linaje del asesino...”