Además de contemplar la planificación de actividades campamentiles, excursiones y el plan de menú diario, el campamento se organiza de forma que los trabajos resulten placenteros y terminen pronto. 

 En esta escuela de vida, resulta de fácil aprendizaje todo lo que hace a la buena convivencia.   

 Aprenden a través de la vivienda y la participación, la realidad desde una visión integral de la naturaleza.

En el fogón final, los acampantes manifiestan su testimonio de lo vivido, lo que es muy valioso para la evaluación del campamento.

                                      EL ALUMNO

Apoyándonos en las características propias del joven que toma parte de esta “aventura colectiva” apuntamos a satisfacer su:

-          Amor por el rol de aventura.

-          Gusto por los bandos y equipos.

-          Necesidad de fortalecer su coordinación motora y capacidad de reacción.

-          Toma de conciencia de su propia fuerza.

-          Gozo por la organización.

-          Necesidad de aprobación, de elogio y de justicia.  

-          Búsqueda de afectividad.                  

-          Deseo de figuración.

-          Desarrollo de la crítica.

-          Fascinación por el “camping”