NGILLATÚN
Es el ritual religioso más importante de la cultura mapuche-huilliche
que dejó de practicarse en Chiloé durante la Colonia. Fue restituido -casi como
símbolo- por el movimiento de la mapuchería, en algunas comunidades isleñas.
Se forma un círculo con estaquillas, en un sitio prominente. La entrada única
de este patriarcal se orienta hacia el Oeste y es un arco ornamental similar a los
que se entrecruzan al interior, con flores y ramas de laurel. En dirección al Este
se plantan tres arbolitos.
El maestro de ceremonia, con un báculo, inicia una procesión por fuera del
sitio sacro, acompañado de su escolta que porta una bandera de paz y dos ramos
de laurel y seguido de todos los participantes, entonando una canción de paz. El
recorrido continúa por dentro, sin zapatos ni objetos metálicos y cantando o
rezando temas religiosos, en idioma.
En este recinto se inmolará también al animal; con su sangre se hacen cruces
en la frente y se fleta a las personas enfermas. El cadáver del ternero de más
de dos años es retirado para ser carneado; se regresará sólo las menudencias
para ser quemadas. En todo momento se ofrenda a Chau-Dios y se le rocía chicha o
se entrega alimentos al Abuelito Huentreao, a Blanca Flor y al Inca Atahualpa
que están simbolizados por los tres arbolitos de laurel que fueron plantados al
interior.
Una vez que se han consumido los animales sacrificados, fuera del
patriarcal, se baila el circular . Luego viene la fiesta. (Versión de Carlos
Lincomán, cacique general de Chiloé)].
Fuente:
Diccionario de Mitos y Leyendas - Equipo NAyA
http://www.cuco.com.ar/