Los guaraníes y sus hábitos y
costumbres:
Se
distinguían tres grupos con características dialectales ;
1.- El amazónico que habla de ñe engatú (
lengua hermosa o pulida ).
2.- El Tupí o Tupinambá ( guaraní de la costa atlántica ).
3.- El grupo caracterizado por hablar el avañe-é (lengua del
hombre ) , que comprende los dialectos del Paraguay , Bolivia , Argentina y sur
de Brasil , emparentados entre sí .
...”La lengua guaraní es la que primero conocieron y hablaron los españoles y a ellos se debe en parte su difusión; se añadió la acción guaranizante de los misioneros. Es todavía una lengua viva en el Paraguay, Corrientes, Misiones y el Chaco y se ha convertido en lengua literaria, en la cual fueron escritas obras religiosas primeramente, poemas, cantos populares, periódicos, etc. El idioma español influyó en ella, pero no se podía decir que está en vías de extinción, sino que, muy al contrario ha cobrado nuevos impulsos en los últimos decenios por razones nacionalistas.
..."Son elogiadas las ventajas del idioma guaraní, su eufonía, su facilidad para aprenderlo, su carácter no gutural; su elegancia y abundancia de voces. Carece de género y no distingue por lo tanto lo masculino de lo femenino; no tiene terminaciones que impliquen la pluralidad; el sustantivo es invariable, lo mismo que en muchas otras lenguas, pero se obtiene la idea de pluralidad con el agregado del sufijo cuera o del colectivo retá, equivalente a multitud, a muchos. En cuanto a los numerales, hay palabras independientes hasta cuatro, aunque su sistema de contar evolucionó hasta ser quinario –decimal. El genetivo y el posesivo se anteponen; el adjetivo se pospone; al anteponer el pronombre personal, los sustantivos y los adjetivos cumplen funciones verbales y entonces se conjuga sin necesidad de verbo...”
"... Por lo general, los guaraníes, andaban desnudos, pero podían usar una vestimenta amplia de algodón a modo de camisón.
Los hombres tapaban sus genitales con un pequeño chiripá o taparrabos de tela que envolvía la cintura y se desprendía hacia las rodillas. Cuando el invierno se hacía sentir, se colocaban sobre los hombros una capa corta hecha con pieles de animales.
En cuanto a las mujeres, cubrían su sexo con una prenda mínima, de corte triangular, realizada en plumas de aves, y que denominaban tanga. Sin embargo, a la llegada de los españoles las mujeres guaraní, cambiaron la tanga por el tipoy, suerte de túnica hecha de algodón que cubría el cuerpo desde los hombros hasta las rodillas, tenía abertura para la cabeza y los brazos, pero sin mangas.
Plumas en lo brazos, cabeza y tobillos; pinturas y tatuajes; collares de semillas, calabazas, hueso o plumas, componían otros tantos adornos. Se señala también el uso de adornos de oro y plata en la cabeza y en las orejas. El tembetá, objeto de formas y materiales diversos se colocaba en el labio inferior de los varones. No usaban calzado alguno, andaban descalzos...”
...” En materia religiosa se conservó la creencia en un dios superior, llamado Tubá, creador de todo lo existente, con poder para producir lluvias, madurar las mieses, despedir rayos, pero no recibía ninguna especie de culto.
Preponderaba el animismo; el mundo de los seres vivos estaba rodeado de espíritus y demonios bajo la forma humana o animal y capaces de causar daños y molestias al hombre; también era usual la hechicería, creían los guaraníes que toda enfermedad tenía por base la introducción en el organismo del enfermo de algún objeto, que el hechicero o curandero debía extraer utilizando al efecto su fuerza mágica para la curación; utilizaban muchos elementos de la flora con fines terapéuticos, óleos-resinas y bálsamo como el de la copaiba, la contrahierba para las picaduras de víboras, etc.
Los cadáveres se depositaban en grandes tinajas de barro junto con los objetos personales del muerto; la tinaja se tapaba con un gran plato; luego se enterraba la urna; los entierros en urnas son característicos de los guaraníes.
Practicaban la antropofagia, con muchos otros pueblos de la cultura amazónica; pero no se comían unos a otros, sino sólo a los prisioneros de guerra, y aun en ese caso el acto tenía un sentido ritual; no se mataba a los prisioneros en el acto de capturarlos, sino que se les trataba con consideración, se les daba mujer y mucha comida para que engordasen; el sacrificio tenía lugar en acto público solemne, frente a una gran multitud y uno de los guerreros era designado para ultimar a la víctima con un golpe de macana.
Después de muerto se despedazaba el cadáver y se repartían los trozos y todos debían probar la carne; cuando ésta no alcanzaba, se hacía hervir un trozo y se repartía el caldo. La costumbre de la antropofagia desapareció al entrar en contacto con los españoles...”