El Museo de La Plata tuvo su inicio institucional -con otro nombre y en otro sitio- cuando en 1877 la Legislatura bonaerense sancionó la Ley que creaba el museo Antropológico y Arqueológico de Buenos Aires. Fue su fundador Francisco Pascasio Moreno, un joven autodidacta de veinticinco años, entusiasta recolector de fósiles y restos arqueológicos. que para ese entonces ya había realizado cuatro riesgosas expediciones a la Patagonia como naturalista aficionado. sin más base que su pasión por la naturaleza y las pocas enseñanzas recibidas de Germán Burmeister, Director del Museo Nacional de Ciencias Naturales de la Capital Federal.
La historia se inicia en el mensaje elevado a la Legislatura Provincial en mayo
de 1877 por el Ministro de Gobierno, Vicente G. Quesada, donde se menciona la
necesidad de fundar un museo de ciencias naturales que, según se expresa, podría
formarse sobre la base de las colecciones de Moreno. Enterado de las intenciones
del Gobierno provincial, este joven singular -que luego tuvo destacadísima
actuación en el conflicto fronterizo con Chile, en el que logró imponer su
tesis de trazar la línea de límites por las más altas cumbres- ofreció en
calidad de donación su museo particular, reunido personalmente durante diez años.
Sancionada por el Gobernador bonaerense, Carlos Casares, la Ley de creación del Museo el día 17 de octubre de 1877, poco más tarde, por decreto del 13 de noviembre del mismo año. se designó a Moreno como primer Director, estableciéndose que inicialmente la entidad funcionaría en el edificio propiedad de la familia del donante. Poco después, el Museo abrió sus puertas en el segundo piso del viejo Teatro Colón, sito en el llamado Hueco de las Animas, ocupado en la actualidad por el edificio central del Banco de la Nación Argentina.
En el momento de fundarse este museo -que podría llamarse el "premuseo" de La Plata-, gobernaba como Presidente Nicolás Avellaneda, hombre del interior que no obstante haber apoyado a la ciudad portuaria. sede de los gobiernos nacional y provincial. había sido muy hostigado por los bonaerenses, liderados por Valentín Alsina. por el Congreso y por diversas figuras políticas.
A pesar de este hostigamiento, el momento histórico marcó el comienzo del
despegue material y cultural de la Argentina. Se acababa de promulgar la Ley de
Inmigración y Colonización. llegaban anualmente al puerto de Buenos Aires
decenas de miles de inmigrantes, se intensificaba la explotación agrícola-ganadera.
comenzaba la producción industrial, se había superado para fines de 1877 una
crisis económica. la cultura se difundía por medio de la educación común, se
creaban centros de estudio e investigación. Frente a este cuadro optimista.
persistía con aspectos negativos la antigua antinomia entre Buenos Aires y el
interior: el centralismo porteño se oponía a las aspiraciones provinciales,
especialmente las bonaerense. representadas desde 1878 por el Gobernador Carlos
Tejedor.
Se hacía imprescindible resolver el problema de la capital bicéfala y por ello. Al clausurar las sesiones del Congreso de 1879, Avellaneda había prometido presentar al año siguiente una solución a la cuestión de la capital de la república. tras el triunfo del General Julio A. Roca en las elecciones del 1 de abril de 1880. se produce la llamada revolución de Carlos Tejedor en junio del mismo año, y luego de la derrota de éste, Avellaneda propone la Ley de Federalización de Buenos Aires. que fue sancionada el 21 de setiembre. Días después, asume la Presidencia el General Roca. De este modo se inicia la década del 80, en la que el progreso. la ciencia y la cultura iban a llevar a la Argentina al pináculo del mundo latinoamericano.
El 1 de mayo de 1881 asumió la gobernación bonaerense Dardo Rocha. y al año siguiente. en base a sus ideas y las de una comisión especial creada para tal fin, se promulga el 1 de mayo de 1882 la Ley que convertía en capital provincial el Municipio de Ensenada v ordenaba la creación de una ciudad. que por sugestión de José Hernández va a llevar el nombre de La Plata. La fundación tuvo lugar el 19 de noviembre de 1882, y año y medio después, el 15 de abril de 1884, se instalaron en la nueva capital las autoridades provinciales.
Entre las primeras medidas adoptadas en La Plata. estuvo la de disponer el traslado del Museo Antropológico y Arqueológico de Moreno, traslado que se concreta en junio de dicho año. Las colecciones se instalaron en varios locales hasta que fueron a parar a la planta alta del edificio del Banco Hipotecario. que posteriormente, en 1906, pasará a ser la sede central de la Universidad. La Plata nace entonces con el museo en su vientre, como para compensar la cesión a la Nación del Museo capitalino, creado por Rivadavia en 1823. cuya dirección desempeñaba a la sazón el sabio alemán Germán Burmeister, asesor ocasional de Moreno.
Como los otros prohombres de su generación que estaban decididos a desarrollar la ciencia en favor de la patria. Moreno se enrola desde el primer momento con las autoridades provinciales. A ellas se dirigió originalmente al ofrecer su colección. y a ellas acompaña con sus riquezas arqueológicas cuando éstas se mudan a La Plata. Ya con anterioridad a la fundación de la ciudad, el 31 de octubre de 1882 Moreno había sido designado miembro de la Comisión encargada de la construcción de los edificios públicos. entre ellos el del futuro museo. Dos años más tarde, el 15 de setiembre de 1884, eleva al Gobernador Carlos D'Amico -que en ese año había sucedido a Dardo Rocha- el presupuesto para lo que él denomina "el Museo de La Plata", organizado sobre la base de las colecciones del Museo Antropológico y Arqueológico, y que como dice el fundador, "en su nueva organización abarcará todas las ramas de la historia natural de la República".
Dos días después, el 17 de setiembre de 1884, se aprobaron los planos para el nuevo edificio, y tras otros dos días se designa Director a Moreno. En octubre del mismo año se inicia la construcción con la apertura de los cimientos.
En un plazo increíblemente breve, el 20 de Julio de 1885 se logra inaugurar parte del edificio. En la ocasión, en su carácter de Director de Escuelas de la Provincia, hace uso de la palabra Domingo Faustino Sarmiento, quien, entre otras cosas, afirma:
"El señor don Francisco Moreno, primer Director del Museo, que su paciente induciría ha coleccionado durante veinte años, secundado por el señor Ameghino. ya conocido como un antropologista americano, habían terminado luego. con los geólogos europeos que los acompañan. de clasificar y ordenar las páginas de un millar de siglos".
Los fondos para la construcción fueron suministrados totalmente por la Provincia, al no tener la Nación posibilidad 'de contribuir, a pesar de que así se había acordado. Junto al apasionado y visionario Moreno actuó con idéntico entusiasmo el Gobernador D'Amico. De ello da testimonio Moreno, en carta que le dirige el 22 de abril de 1887:
... El haber realizado mi sueño dorado, la fundación de un museo, de un verdadero museo, se lo debo a usted. En abril de 1884 me ofreció todo su apoyo para la formación del nuevo museo en esta capital y este ofrecimiento lo ha cumplido desde el primer momento".
"Cada vez que he acudido a usted pidiéndole elementos para la construcción del edificio y para sus colecciones, ha accedido usted a mis deseos. En ningún caso, durante su administración como gobernador de la provincia, me han faltado recursos, y si alguna vez he creído conveniente emplear los míos propios, ha sido sólo por adelantar la obra".
"Hoy. que ésta llega a su terminación y que el Museo de La Plata abre sus puertas, quiero hacer pública mi gratitud hacia usted y sus ministros".
La apertura al público. aparentemente, se hizo en distintas oportunidades. Algunos autores hablan del 20 de abril de 1887, según el decreto provincial de esa fecha; otros mencionan el 17 de setiembre de dicho año. En la GUIA del Museo (pág. 297) se afirma en cambio que los salones se abrieron oficialmente al público el 19 de noviembre de 1888. Según parece, hubo sucesivas aperturas: el propio Moreno, en artículo periodístico del 22 de Abril de 1887, escribe que se ha librado al público la galería paleontológica.
Hermoso sueño dorado que se concretaba para este joven soñador de 35 años... Al ir construyéndoselo -en medio del parque de la ciudad que se conoce como Paseo del Bosque y que fuera previamente estancia de Martín J. Iraola-, el imponente edificio que se alzaba hilada tras hilada colocadas por manos de obreros italianos, era un himno de esperanza al futuro del país y de su ciencia, un reto que lanzaban los hombres de la nueva capital a la ciudad portuaria, esos hombres que aspiraban a convertir a La Plata en el principal centro cultural y científico de la Argentina.