LOS METALES


 

Todos los instrumentos llamados metales han evolucionado a lo largo del tiempo, volviéndose más complejos. Su sonoridad ya era rica en la época barroca, y fueron ganando en potencia y en afinación. En particular, gracias al sistema de pistones que permiten multiplicar las notas. Hoy, si los metales son inmdispensables en las fanfarrias y en la música militar, tambien lo son en toda orquesta sinfónica y constituyen los pilares de la orquesta de jazz.

 

LOS CORNOS

El corno tuvo su orígen en la naturaleza misma: su ancestro fue, en efecto, un cuerno de animal o un gran caracol en el cual se sopla. Actualmente está constituido por un largo tubo de cobre (más de cuatro metros) que se enrolla tres veces sobre sí mismo y se termina por un ancho pabellón: su sonoridad a menudo sombría, misteriosa, evoca siempre un universo de leyendas.

 

LAS TROMPETAS

Los lejanos ancestros de la trompeta eran simples tubos huecos, de caño o madera, provistos de embocaduras rudimentarias. A partir de la Edad de Bronce estos instrumentos se fundieron en metal.

Instrumento muy difícil de tocar, la trompeta pone a dura prueba los labios del intérprete, al punto que a Louis Armstrong, el célebre trompetista de jazz se lo llamaba "Satchmo" palabra que es contracción de una expresión en inglés que significa "boca de portafolio". La trompeta es el más agudo de todos los metales; su sonoridad es clara y brillante y sus colores son contundentes y explosivos.

LOS TROMBONES Y LAS TUBAS

Se apoya sobre el hombro del instrumentista; a diferencia de la trompeta no posee pistones, sino una vara telescópica que permite magníficos efectos de glissando: empujando la vara se alarga el tubo para obtener un sonido más grave. La sonoridad del trombón es amplia y melancólica.

La tuba, el instrumento de metal más grave. Formado por un largo tubo cónico varias veces enrollado sobre sí mismo, se apoya sobre las rodillas en la orquesta y sobre el hombro en las fanfarrias. Su sonoridad es de una gran suavidad.