UN
FALLO POLEMICO
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Por lo
tanto, si es cierto que el fallo de Eduardo VIIø no adopta la línea
propuesta por Moreno, es cierto también que aplica sistemáticamente
el principio de la ocupación efectiva de la tierra y otorga a
Argentina los tres valles más importantes de la región: El bolsón,
Cholila y 16 de Octubre. El caso es que en los dos primeros, las
poblaciones espontáneas existentes eran de origen chileno, pero
éstos afirmaban haber pedido autorización a las autoridades
argentinas de la Colonia 16 de Octubre para afincarse en el lugar,
pedidos que efectivamente están documentados en la investigación. De
este modo, la posición de los colonos galeses resultó gravitante
para que Argentina retuviera en sus manos los valiosos valles
cordilleranos, aún cuando recibiera menos territorio. Unos simples
cálculos permitirán comprender por qué, luego del fallo, algunos
sectores de la opinión pública en Argentina y Chile se mostraron
disconformes recíprocamente: Sobre un total de 94 mil kilómetros
cuadrados de superficie, el fallo arbitral otorga 54 mil a Chile y
40 mil a la Argentina. Este razonamiento deja disconformes a
sectores de nuestro país. Pero en Chile el razonamiento es otro:
dentro de aquellos 94 mil kilómetros cuadrados, sólo 12 mil son
valles "pastosos", o potencialmente productivos. De éstos, Argentina
obtuvo 8500 km2. , y Chile 3500 km2. Es éste cálculo el que provoca
el disgusto en sectores de Santiago. Los presidentes Riesco y Roca,
en tanto, se muestran satisfechos: el fallo es inapelable y se ha
evitado la Guerra. Pero hay más: en el transcurso del proceso previo
al fallo, los dos países dejaron firmados los denominados Pactos de
Mayo, el 28 de mayo de 1902, por el cual se comprometen a una serie
de puntos, los más destacados: la reducción de armamentos y la
devolución de los acorazados comprados, y el compromiso de concurrir
a un árbitro toda vez que una diferencia limítrofe no encuentre
solución entre las partes.
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