1º
MUELLE DE PINAMAR
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. . PERO LO LINDO ERA LA PLAYA. ¡Qué
inmensidad se podía caminar y caminar como una isla desierta!
y qué mar estupendo! verdadero
mar, no como el de carrasco, ni el de Punta del este,
en la Costa Brava, pero más manso que el de Mar del Plata. y además,
dicen que tiene mucho yodo, hierro y fósforo. Como dije antes, algunas noches
se ve la fosforescencia en el mar, es de lo más raro y maravilloso, al caminar
por la playa, mirarse los pies impregnados con la espuma que derrama su luz
sobre la arena en el ir y venir de las olas.
Frente
al Hotel Ostende estaba el muelle, un muelle muy grande, de fuertes pilotes,
con
todo, decían el mar se había llevado una parte. pero quedaba un buen pedazo.
A
la entrada del muelle, el belga Bourel había armado una especie de bolichito
con tablas, había hecho estantes y mostrador
y despachaba vinos y cerveza. le había puesto como nombre “El viejito
del acordeón”.
allí
se juntaban los bañistas a charlar, tomar algún refresco y tocar la guitarra.
de tarde mucha gente salían a caballo por la playa y los médanos. otros iban a
pescar al muelle o lejos y a la orilla del mar tiraban sus líneas o espíneles
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Los
profesores de gimnasia Herr y Frau Fazel, traían como pensionistas, por tandas
a sus alumnas. contaban que éstas se iban lejos hacer ejercicios y se bañaban
desnudas en el mar. le gustaba mucho a la gente del hotel comentar ese asunto.
SURGE Pinamar PAG 49
VALERIA
GUERRERO CÁRDENAS DE RUSSO 1977