Hace muchos, muchos años...  

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Corría el año1930 . . . la Sra. Valeria Guerrero Cárdenas de Russo llega a Gral. Madariaga, con motivo de realizarle un homenaje a su hermano Manolo, cuenta en su libro Surge Pinamar:

" ...conversando con nosotros la gente importante del pueblo, nos pidió que hiciéramos algo para que sus habitantes pudieran llegar a la costa y bañarse en el mar. en ese entonces el único que aprovechaba nuestras playas era mi primo Lleme. Nos pedía permiso para llevar allí sus casillas y se pasaba a la orilla del mar todo el verano con su familia y amigos. la ida, o mejor dicho el viaje de Lleme y su caravana hasta la costa del mar era un espectáculo muy pintoresco, algo que solamente uno ve en las vistas cinematográficas...vimos pasar una vez todas esas carretas tiradas por caballos. Era una verdadera mudanza de alguna tribu. Llevaban de todo, una cantidad de lonas, maderas y zinc, para armar las casillas, muebles, utensilios de comedor, cocina y toda clase de comestibles, en fin, nada faltaba en esa caravana. Armaban las casillas y al balneario lo llamaban La Gloria. Casi todas las casillas tenían su nombre. 

Eran seis: el comedor: El Paraíso; otra casilla se llamaba Luna y estaba dividida en dos partes: La Luna Nueva y La Luna Llena, otra Las Tres Marías. la cocina se llamaba El Infierno. había otra que era el baño muy bien instalado y otra dividida en dos para el casero y el motor...había lugar de reunión y siempre tenían huéspedes...

"...un día fue Lleme a visitar a mi primo Héctor Guerrero a Cariló y al firmar el libro de visitas puso algo así: Más lindo que esto, únicamente La Gloria (su tienda marítima) ..."

“. . . Una vez listo el Hotel Pinamar (actual Hotel Playas) necesitaba un balneario ". . .se formó dicho balneario con los elementos necesarios a tales fines: carpas, sombrillas, profusión de sillas y sillones de paja; todo ello a cargo de dos hermanos bañeros, expertos, llamados Lucio y Giovanni Golsoni. Ellos se responsabilizaban de la vigilancia de la playa, conscientes de los peligros que encierra de por sí el mar. Se indicaba la mayor o menos peligrosidad de la marea por medio de unos banderines de distintos colores, colocados en un mástil."

"...este primer balneario llamado "La Posta" se veía muy concurrido por ser el único y allí se reunía lo más selecto de Pinamar..."

Así poco a poco todos los turistas, ya sean del hotel o propietarios concurrían al balneario, convirtiéndose así en un lugar de reunión, encuentro y diversión.

De forma coincidente, a estos hermanos le siguieron otros dos, Cholo Y Pío Ludueña, que tuvieron la virtud de captar la simpatía de los más chicos, a quienes enseñaban natación cerca de la orilla del mar, lo cual les proporcionaba una gran alegría y satisfacción.

Así se sumó un pequeño bar: Playa Bar, de Pedro Elía, donde se podía conseguir carpas, sombrillas, reposeras y seguridad. Además se podía almorzar y beber unos tragos a la orilla del mar. Era una pequeña construcción de madera, pero suficiente para un agradable momento para charlas de un gran abanico de ideas y temas entre los asiduos concurrentes, allí había de todo, fiestas nocturnas y comidas caseras.