ANÉCDOTAS
En excursión
nocturna a Mar de Ajó, con algunos pasajeros, recuerdo que los dos primeros
matrimonios los recogí en el Hotel Ostende y cuando pasaba buscar a un tercer
matrimonio que participaba de la excursión, se dio cuenta que había olvidado
sus cigarrillos. Para no regresar, le propuse comprar otros en el Hotel Nurimar,
que quedaba de paso. Como ya eran mas de las 22. La luces estaban apagadas y
solo una persona se vislumbraba en el mostrador.
Cuando
estuvimos cerca alcanzamos a ver una señora que había dejado su habitación
cubierta tan solo por una bata, que también estaba buscando cigarrillos, ¿Donde
van a estas horas? Nos pregunto con curiosidad, cuando le dijimos que nos dirigíamos
a la confitería bailable de Mar de Ajó, se entusiasmo y pregunto si había
lugar para ella
en nuestro auto, le conteste que sí, por lo que dijo, espérenme un
momento que me pongo algo y bajo, voy a aprovecha que mi marido esta durmiendo
para ir con ustedes a bailar.
Cuando la
señora estuvo lista seguimos viaje pasando
por mi hotel y de ahí a Mar de Ajó
por la playa que se encontraba en muy buenas condiciones, por lo que llevar mi
auto a 80 o 90 millas por hora.
Llegamos en
pocos minutos a la confitería que a esa hora estaba muy concurrida, nos
acomodamos con la señora que se había agregado
al viaje y no tenia pareja, yo me porte como un caballero y evite que se quedara
sentada toda la noche y la atendí como correspondía hasta las cinco de la mañana
en que regresamos a Ostende. Días después la encontré en la playa y le pregunte por el marido y me
dijo que lo había encontrado tan dormido como cuando lo había dejado.
Libro “Charlas de un pionero a
un recién llegado” Luis Ma. Aller Atucha, Arg. 1998