DISCURSO DE LA DIRECTORA SRA . ADRIANA CARDONA

 

 

 

Sr. Director general de Cultura y Educación

Prof.  Mario Oporto

 Sra. Directora de Educación General Básica Lic. Cristina Ruiz

Sr. Presidente del Consejo  Provincial de Educación

Don Enrique Ameal

Sr. Intendente del Partido de Pinamar

Dr. Blas Antonio Altieri

Sra Inspectora Jefe Pilar García

Sra. Inspectora Alicia Garay

Sres. Miembros del Consejo Escolar

 Autoridades de la Secretaría de Inspección

 Sras Directoras de Escuelas y Jardines de Infantes

 Estimados docentes, miembros de Instituciones de la Comunidad

 Sres. padres, queridos amigos, vecinos, Querida familia, Queridos alumnos:

 

Hoy se respira emoción en el aire de Pinamar. Hay un aroma a emoción que al menos desde las dos de la mañana empezó en mi casa, en los alrededores, y sé que en las casas de muchos de ustedes también .

 Un día como hoy, 9 de julio celebramos  un nuevo aniversario de nuestra Independencia Nacional, que fue un momento trascendente para que nuestro país se proyectara al mundo, y en esta misma ocasión y en esta fecha estamos inaugurando una nueva escuela que es otra manera de proyectarse al mundo.

Imagínense la emoción que tengo de verlos a todos reunidos, después de esta espera que hemos tenido y en la que todos hemos participado porque, si a mí  me parece que esto es un premio porque me han designado hace unos pocos días tan sólo, qué premio será para todos aquellos que la han gestionado,  la planificaron, la pensaron, calcularon, meditaron, financiaron, que han corrido detrás de cada ladrillo y de cada detalle. Porque cuando la directora llegó,  la escuela estaba lista. Y realmente eso es una gran emoción para quien hace  veinticinco años  está al servicio de la educación;  que prácticamente no tuvo que hacer nada más que poder darles la bienvenida  a cada uno de Uds. Como corresponde.

Quiero decirles mis propósitos: Ustedes saben que esta escuela se abre dentro de un plan educativo de cuatro años que me comprometo a cumplir a rajatabla. Pero además creo que se abre en Pinamar de una forma diferente, porque se abre en un nuevo milenio y esto implica algo muy distinto: el desafío de poder abrirnos al mundo. Por eso quiero particularmente agradecer la donación de una computadora que nos ha hecho la Empresa Telpin,  quien se tomó todo el trabajo  de colocarla y ponerla en funcionamiento  para este momento. Y eso también es nuevo :  la primera escuela   que se crea en Pinamar, conectada al mundo porque Internet ya está. Si bien está en todas las escuelas, ésta es la primera que se crea en la sociedad de la Información.

 

 

Me gustaría que fuera una escuela inteligente. Entendida la inteligencia como la capacidad para resolver problemas. Desde consolar  a un chiquitín si se raspó en el suelo hasta los s complejos, como son proyectar una educación para la paz, una educación para  la democracia, la tolerancia, para la integración, para la memoria, el trabajo, la exigencia, para la solidaridad, para el amor, la alegría.

 

 

Termino estas palabras con la necesidad de agradecer  a todos los que han participado en la creación de la escuela, desde quienes la gestionaron en  la localidad  y pidieron la construcción hasta las autoridades provinciales que vieron y tomaron en cuenta la necesidad,  comenzaron las gestiones  y lograron que este proyecto se llevara a cabo, como así también a la empresa constructora, al Ingeniero Martín, que cuidó todos los detalles y hoy tenemos un edificio de absoluta calidad.

 

A los consejeros escolares que estuvieron  hasta último momento para que no faltara nada y para que esto fuese una fiesta y la pudiésemos disfrutar todos, a la municipalidad que colaboró para que este ámbito estuviera limpio  y aseado.

 

Es la escuela soñada y espero que me acompañen a construirla, porque una  escuela vacía no sirve, sino con una cultura. Y la cultura es la que todos llevamos dentro y la que construimos en nuestra interrelación permanente.

 Los invito a que con toda  la alegría  y la energía renovada que tengo, le demos la bienvenida al mundo, al país, a la provincia y a esta comunidad, a esta querida Escuela  número seis.

 

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