LO QUE DA LA SELVA... ...”Aparte de lo que conseguían con sus cultivos, los guaraníes, sacaban otros alimentos de la selva: frutos silvestres, palmitos o cogollos de palmera, semillas, piñones de “pino de Brasil” o araucaria del Norte, algunos brotes y tubérculos.

También buscaban otras plantas útiles: cañas para hacer flechas, yuyos, raíces, hojas y cortezas medicinales; fibras para tejer canastos y cortezas y frutos para hacer pinturas.

Pero entre las plantas silvestres más importantes en los viejos tiempos de los guaraníes estaba  la yerba mate, que entonces crecía sola en la selva. Ellos fueron los inventores de la costumbre de tomar mate, que pasó a otra gente, como los criollos de toda la Argentina, del Paraguay y del Sur del Brasil, los indígenas de la Pampa y del Chaco y los inmigrantes europeos y de otras partes del mundo que vinieron a estas regiones de América.

En la selva también conseguían huevos de aves, especialmente de perdices y patos; pero más importante era la miel de avispa, que sacaban en cantidad junto con cera para pegamentos. Y en materia de insectos, también aprovechaban, las larvas de una especie de mariposa que vive en las cañas tacuaras, y de otra especie de escarabajo, que se encuentra en los troncos de algunas palmeras.

En cuanto a los animales domésticos, los guaraníes tenían poco y nada, sólo unos patos, de los llamados “criollos”; a veces, agarraban algún cachorro de pecarí o chancho salvaje. También criaban loros y coatíes.

Era cazando como conseguían la mayor parte de la carne. Bajo sus flechas o e sus trampas caían pecaríes, tapires, carpinchos, nutrias, osos hormigueros, tatúes, comadrejas, coatíes, corzuelas, ciervos, tortugas, iguanas, yacarés y un montón de aves, desde perdices y patos hasta palomas y tucanes..."

..."El maíz era uno de sus alimentos más importantes. Con él hacían polenta, chipá, bebidas y hasta el rico pochoclo.

Los guaraníes habían aprendido a cultivarlo hacía ya mucho tiempo. Para poder hacerlo, primero tenían que abrir claros en el bosque ya que los árboles y la vegetación dificultaban la entrada de los rayos del sol y la llegada del agua de lluvia. Sólo después de tan pesados trabajos podían sembrar y cosechar.

Las mujeres preparaban distintos tipos de comida. Con harina de maíz, hacían unos bollitos deliciosos y nutritivos: los chipás. En varias provincias del nordeste argentino y en el Paraguay se siguen haciendo chipás, como hace seiscientos años..."

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